Escenario

Marisol Gasé, entre las glorias de ‘Tótem’ y el compromiso con la cultura

ENTREVISTA. La actriz y diputada nos habla de su experiencia en el filme de Lila Avilés de cara a la próxima ceremonia de los Premios Ariel

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Marisol Gasé (izquierda) en una de las escenas de 'Tótem'.

Marisol Gasé (izquierda) en una de las escenas de 'Tótem'.

CORTESIA

Tótem la película más reciente de Lila Avilés lidera las nominaciones al Premio Ariel de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, al recibir 15 nominaciones incluyendo Mejor Película y Mejor Dirección, destacando las tres en la categoría de Mejor Coactuación Femenina.

En el Encuentro de Nominados, Crónica Escenario tuvo la oportunidad de platicar con Marisol Gasé, una de las que se encuentran en esa categoría y que es más conocida por su labor al lado de Ana Francis en Las Reinas Chulas.

Recuerdo cuando presentaron la película en Morelia, recuerdo la emoción que había, recuerdo los sueños, recuerdo las emociones. ¿Cómo recibes esta nominación al Ariel?

Pues como un regalo, un regalo del cine, un regalo del teatro, un regalo de la actuación. Es mi primer largometraje en mi historia, yo soy cabaretera, yo hago farsa política y cabaret. Tengo un teatro desde hace 26 años junto con mi compañía Las Reinas Chulas.

Entonces, pues imagínate de venir de la pestaña y de las chaquiras, de repente ponerme sin maquillaje, con la cámara aquí y con la directora acá, hacer una escena más contenida. Fue toda una experiencia maravillosa. Entonces, imagínate, es mi primer largometraje y mi primera nominación a un Ariel. Es un honor, es un privilegio y bueno, no me la acabo

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Haces el papel de esta tía que existe en todas las familias mexicanas y que todos los que vimos la película decíamos que se parece a nuestra tía.

Y no mexicanas, he contado a varios medios que cuando salimos de Morelia, una familia japonesa se acercó conmigo y me dijo, en un inglés muy chistoso, eres como nuestra tía en Japón, yo me reí mucho y decía ‘¿yo, cómo?’.

Si parecería, somos dos culturas totalmente distintas, pero claro, siempre está esta tía que no quiere hablar con la verdad, que nunca se va a enfrentar a decir, me duele, me duele que a mi hermano le vaya a suceder algo, me duele que alguien de mi familia vaya a ausentarse por un largo tiempo, me duele.

No hay este tipo de honestidad familiar cuando hay este tipo de pérdidas y creo que ese es como un punto importante, donde no ves a la niña o no ves a la hermana, sino que quieres a lo mejor controlar todo el sistema para que no te duela más o con ese mismo dolor quieres como que todo el mundo sienta lo mismo que tú y que no pase nada. Y a lo mejor no confrontarte justamente con el dolor de una ausencia.

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¿Una película que me gustaría preguntarte si va a volverse un tótem para ti?

Yo creo que sí. Esta película es como un gran regalo porque fue justamente en la pandemia y estábamos encerrados. Entonces de repente salir de casa a un set de cine con una directora como Lila [Avilés], con esta maravilla de poder con ella trabajar en esos momentos de tanta soledad y de tanto miedo, porque estábamos en la pandemia donde no veíamos a nuestros amigos ni a nuestros familiares, donde no podíamos ir a nuestro teatro.

Y de repente hacer la película con mis compañeros y con la dificultad que además implica hacer la película en pandemia, y el cubrebocas y los ensayos y las pruebas, las pruebas un día sí, un día no, todo el horror que conocemos.

Y luego tres años de ausencia yo en los medios porque ahora soy diputada federal, entonces después del horror de la política y de lo que significa, imagínate un premio por una película que me causó tanto placer y tanta alegría realizarla.

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Con Ana Francis [la otra parte de Las Reinas Chulas] en Cultura, ¿qué vamos a esperar? ¿Qué expectativas tienes?

Bueno, imagínate, Ana Francis es mi socia, es mi carnala, la conozco hace 30 años. Yo creo que lo va a hacer muy bien, es una mujer muy capaz, ahorita yo creo que llevamos trabajando, somos activistas entonces tenemos una idea de lo que queremos como una utopía en nuestra ciudad y más como la ciudad de la cultura, como es la Ciudad de México.

Entonces yo creo que Ana Francis ya se adelantó, ya hizo muchas pláticas con muchos artistas y yo creo que Clara Brugada además tiene un proyecto de cultura también muy claro.

Espero que con Ana Francis esta ciudad no solo se vuelva un cabaret, que es lo que espero, sino que también sea una ciudad donde los derechos humanos y donde la cultura y la alegría y donde las niñas, los niños y nuestras juventudes accedan al arte, al cine, al teatro, a la danza, a la cultura general, a los murales.

Tenemos una ciudad riquísima, culturalmente hablando, entonces yo creo que, bueno, vamos a explotar esta ciudad. 

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¿Qué viene para ti?

Tengo una invitación ahorita a pertenecer también a la función pública, pero todavía no decido. También tengo una invitación para hacer una obra de teatro con Sabina Berman. Entonces estoy en la tremenda disyuntiva si seguir seis años en la política o dedicarme a la actuación, al teatro y al cine, como lo dejé todo, o sea, no puedes hacer las dos cosas.

Me decían, pero se pueden hacer las dos cosas. María Rojo lo hizo. No, pero ve cómo hizo las dos. No, tienes que estar en una o en otra. No puedes estar con dos amos porque a ninguno de los dos le quedas bien.

Yo en estos tres años no hice absolutamente nada que tuviera que ver con el teatro porque no tenía ese corazón, estaba en la política, estaba con las víctimas. Me tocó ser un año presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados y vi los casos más terribles que te puedas imaginar con 30 años de impunidad, con 20 años de impunidad, donde solo querían una disculpa pública por parte del Estado.

Entonces, ¿qué te puedo decir? Hay un trabajo que se dejó de hacer durante 36 años y que en un solo año dimos siete disculpas públicas, resolvimos 46 casos que llevaban 30 años de espera y es increíble. Claro, yo no soy política de historia, entonces yo no tengo por qué quedar bien.

Entonces yo cumplí e hice valer mi poder como diputada federal para realizar lo que yo creía como activista y como actriz y como una trabajadora de los derechos humanos de toda mi vida, que esas cosas se podían hacer. Y sí se hicieron.

Me decían que con que hiciera cuatro iniciativas íbamos a estar bien. Metí 46 porque quería demostrarles que una actriz de la UNAM puede hacer más de cuatro iniciativas, puede hacer 46 y luchar para que pasen todas esas iniciativas ahora que sí vamos a tener la mayoría.