Lorenzo Hagerman sobre ‘Fifaliana’: “El filme inspira a la gente a ver hacia los demás”

Fifaliana es un documental que tuvo su estreno en el Festival Internacional de Cine de Morelia en su edición del 2022, se trata de que en su primer parto, Zaevo estuvo al filo de la muerte, perdió a su bebé y su marido desapareció. Ahora tiene 16 años y sufre fístula obstétrica. Un atisbo de esperanza surge cuando médicos españoles y latinoamericanos viajan al sur de Madagascar. Esta historia muestra cómo con pocos recursos se puede cambiar el destino de más de dos millones de mujeres rechazadas por la sociedad.

Hablando sobre el estreno de su película, el director Lorenzo Hagerman mencionó lo siguiente en entrevista con Crónica Escenario, “Siempre es una gran liberación estrenar las películas; es como el nacimiento de un hijo que a partir de ahí llevará su propia vida. Entonces, muy contento, muy satisfecho de que se estrene ahora en mayo. Pero hay que estar pendiente de la cartelera de Cinépolis”.

Respecto a si ha realizado cambios en la película desde su estreno en el FICM señaló, “De Morelia para acá, no en particular, uno que es muy perfeccionista le gustaría cambiar cosas, pero ahora no cambié nada. Todo se quedó igual, y no ha cambiado ninguna perspectiva. Lo único que sí ha cambiado, y que es importante, es que las misiones médicas ya se restauraron. Cuando se hizo la película, apenas empezaban a funcionar después de la pandemia. Ahora ya están regularizados, y en este mayo los doctores inauguran un centro de maternidad en Mozambique, que construyeron. Entonces, las pacientes van a tener posibilidad de tener un ultrasonido, de tener una consulta durante el parto, etc.”

“Lo que sí es que tenemos más información. Hay pacientes que cuando termina la película, estaban entre si ya estaban totalmente restablecidos o no, ahora sabemos que están totalmente curados. Puras buenas noticias. Pero la perspectiva sigue siendo la misma”, comentó sobre el progreso de las misiones médicas después del lanzamiento de la película.

Refiriéndose a la evolución de los pacientes destacados en la película, Hagerman mencionó, “Con los pacientes, yo personalmente no he podido hablar porque en África, el tipo de población a la que se va a ayudar, muchos no tienen celular. Pero los doctores son los que van, han estado oyendo una y hasta dos veces al año y son los doctores los que me han contado qué tal paciente ya está totalmente restablecido, qué tal paciente está totalmente restablecido, que ya se va a hacer la maternidad, etc. Yo creo que apenas ahora en este viaje de mayo, llevarán a los pacientes a ver la película allá.”

“Si hiciera algo en torno al tema, yo creo que habría que buscarle otra arista. Siempre he creído en que el punto de vista en un documental es lo que le da valor a la historia y cuando hay problemáticas tan complejas como la falta de salud en África o la fístula obstétrica, migración o inseguridad, lo que más aporta es que haya diferentes puntos de vista, o sea, diferentes cineastas, diferentes documentalistas, periodistas que aborden el tema, porque eso es lo que nos va a dar una visión mucho más universal. Entonces, no me gusta apoderarme de los temas o las historias”, reflexionó sobre la posibilidad de abordar nuevamente temas similares en futuros proyectos.

“Es mi cuarta película como director, pero tengo muchas otras más como fotógrafo. Yo vengo de la fotografía, mi carrera se hizo como cinematógrafo, fotógrafo de cine, primero fotoperiodista, veo mi carrera como ese todo. Yo, como fotógrafo, también he trabajado con grandes documentalistas, casi todas mujeres, si no es que todas, ahora que lo pienso. He estado trabajando con Lucy Walker, por ejemplo, esta gran directora de documental inglesa que es de Estados Unidos, con quien hicimos para Netflix, como Palliato Mente, How to Change Your Mind, toda la parte de México durante la pandemia, que trata sobre los psicodélicos, o este documental sobre Livoga, que es un psicodélico que es el único que quita la adicción a las opiáceas y a la heroína. Entonces, también cambio mucho de temas y de formas de trabajo”, mencionó.

Sobre su más reciente proyecto agregó, “Fifaliana se ubica en mi carrera como un documental que ha costado mucho trabajo impulsarlo, que es entrañable para mí, porque es un documental muy personal, y que, como pasa con muchos documentales, con el tiempo se va a ir acomodando y va a ir encontrando su espacio”.

La respuesta del público ha sido muy positiva y eso se ve reflejado en las acciones que quieren realizar al respecto, “Lo que más repite el público cuando termina de ver la película es: ‘Quiero ayudar, quiero ayudar a la gente. ¿Qué puedo hacer? ¿Cómo puedo hacer para ayudar?’ Eso ha sido un lugar común en las opiniones de la gente. Inspira a la gente a ver hacia los demás”.

En cuanto a mantener una distancia emocional durante la filmación, añadió “Sí creas vínculos con los personajes y con toda la gente que vas conociendo, tanto los que están frente a la cámara y que aparecen en pantalla como los que te ayudan durante el documental y que no aparecen y no son parte de la historia. Pero el documental, como en el periodismo, también requiere que mantengas una distancia para ser objetivo y poder ver la realidad desde una distancia saludable, lo que creas con los personajes son complicidades. Son cómplices uno del otro. En ciertos temas, sobre todo cuando son peligrosos, son temas de seguridad; regresar es más peligroso. Tengo colegas y compañeros que han perdido la vida por querer regresar a esos lugares, porque es difícil que el resto de la gente o la gente de la calle entienda de qué va tu profesión, de repente, puedes convertirte en una amenaza para ellos, o pueden pensar que te vas a volver multimillonario porque haces cine. Cada quien llega a sus propias conclusiones, los recuerdo a todos con mucho cariño, pero con muy pocos he mantenido una comunicación, pero una relación prácticamente no”.

“Sí me gusta esta distancia sana, este pacto de complicidad, esta objetividad. Hay mucho compromiso, obviamente, durante el rodaje y después del rodaje, y se mantiene esta ética periodística y moral. Porque uno va a filmar, pero luego los que se quedan en la situación son ellos. Entonces, también hay una responsabilidad sobre todo cuando son temas de seguridad, de en qué situación se quedan estas historias, y que no las vulneres por el simple hecho de llevar una cámara.”, expresó.

Para concluir nos comparte más acerca de sus siguientes proyectos, “Estoy terminando uno sobre una técnica de curación oriental a través de la meditación. Estoy terminando otro sobre los flamingos. Este se va a estrenar este mismo año. Es un documental muy, muy particular. No les quiero adelantar mucho, pero es único con sentido del humor, con drama y una cosa que nunca había hecho yo, que es el documental de naturaleza, que es otra profesión, y es otro universo”.

Fifaliana se encuentra disponible durante este mes en salas selectas. Consulta la cartelera local.

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