Espero, por el bien del país, que a usted y al doctor Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda, les haya ido muy bien en su reunión con los hombres del capital y los hayan tranquilizado, porque la arrolladora victoria de Claudia Sheinbaum como que les cayó de peso.
No es que dudaran de su triunfo; lo que les sorprende, al igual que a nosotros, es el avasallamiento; ya ve cómo reaccionaron la Bolsa de Valores y la cotización del peso. Delicados que son los hombres del dinero, doctor De la Fuente, pues creen que estará en chino cumplir la promesa del doctor Ramírez en cuanto a reducir el déficit fiscal a 3.0 puntos del PIB en los próximos años, siendo que el presidente López Obrador lo dejará en casi 6.0 puntos.
“Lo más probable es que el déficit se ubique en un nivel alto durante el próximo año, lo cual incrementa el riesgo de degradación de la deuda soberana de México, si los niveles de endeudamiento continúan creciendo como hasta ahora.” (The Washington Post, 4/06/2024). Prevén la ruta de la deuda en la medida en que la doña Claudia ha expresado su intención de continuar la política petrolera del lopezobradorismo; usted sabrá mejor que todos nosotros si ese es el plan de la próxima presidenta o si se trata de un discurso complaciente dirigido al inquilino de Palacio Nacional.
Como ve, me di a la tarea de revisar qué decían algunos medios estadounidenses importantes sobre el triunfo de la doctora Sheinbaum y en todos ha causado cierta consternación. The Atlantic, una de las revistas estadounidenses más prestigiadas y antiguas de EUA, escribió un artículo poco halagador sobre nuestra próxima presidenta y su mentor, bajo el título “El Estado fallido de al lado”, señalando que “la próxima crisis del presidente Joe Biden ya está en su escritorio: el país vecino se mueve con rapidez hacia el autoritarismo y la inestabilidad”. Luego se suelta como “hilo de media”, diría mi abuela (Frum, 3/06/2024). Y que conste que la dueña es una activista de izquierda.
Así que mejor pasemos a lo que escribieron The New York Times (NYT) y The Washington Post (TWP), los cuales son un poco más benevolentes. No es que anden de metiches en nuestras elecciones, simplemente les interesa saber qué ocurre con su socio comercial más importante, fabricante de muchos de sus insumos y con una extensa frontera que les contiene la migración.
Como era de esperarse, los periódicos refieren los altos niveles de violencia, la expansión del crimen organizado, la opacidad y la imbatible corrupción. No obstante, no son estos asuntos las prioridades en su lista de preocupaciones. Su desasosiego principal es que “la gran victoria de MORENA sienta las bases para que este partido desmantele las instituciones que sostienen la democracia mexicana y reconstruya el régimen unipartidista que caracterizó a México por siete décadas” (TWP, 4/06/2024).
Para ejemplificar lo que ven como un riesgo autoritario, los periódicos traen a colación la propuesta de reforma al Poder Judicial, la cual “llevaría a la tercera rama del Estado a alinearse con los objetivos políticos del gigante de hoy en día: MORENA” (TWP, 3/06/2024). Por supuesto, advierten que tal viraje tendría consecuencias negativas en la atracción de inversiones y el crecimiento económico; ya sabe, doctor De la Fuente, a los gringos les gusta saber a qué atenerse y que los jueces dictaminen de acuerdo con el famoso “rule of law”.
“Si el poder presidencial no puede ser contenido por la Corte o el Congreso, México volverá a los tiempos del PRI, cuando todo se resolvía a través de negociaciones” y no a través de la ley.
En orden de importancia, su segunda preocupación es el Plan C; estiman que podría ser aprobado incluso antes de la toma de posesión de la doña Claudia. “Aun si ese fuera el caso,” continúa el artículo, “Sheinbaum debería disuadir a AMLO, su jefe y predecesor, de abandonar tal propuesta en beneficio del próximo gobierno y la democracia mexicana.”
La pregunta que todos se hacen es si Claudia Sheinbaum podrá gobernar por sí misma o si seguirá las instrucciones de Andrés Manuel López Obrador, sobre todo porque no controla a su propio partido.
¡Uuuufff!
En fin, doctor De la Fuente solo me resta una pregunta. Si, como dice la doctora Sheinbaum, “México no quiere volver al pasado” y ella tampoco, ¿por qué muchos sentimos que este gobierno parece ser un viaje en el tiempo para reunirnos con Luis Echeverría?
Colaboró: Upa Ruiz
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