Claudia Sainte-Luce encuentra la luminosidad para enfrentar las pérdidas en ‘El Reino de Dios’
ENTREVISTA. La aclamada cineasta mexicana estrena en salas comerciales el filme que conquistó el Premio Mezcal del FICG con una historia sobre la pérdida de la fe y la inocencia
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La cineasta Claudia Sainte-Luce.
El Reino de Dios, cinta ganadora en el 2022 de cinco premios Mezcal en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara: Mejor Película Mexicana, Mejor Fotografía para Carlos Correa, Mejor Actor para Diego Armando Lara y Mejor Dirección para Claudia Sainte-Luce, llega a pantallas mexicanas para llevar al espectador a un viaje sobre la fe y la soledad.
La cinta sigue los pasos de Neymar, un niño de Tlalixcoyan, Veracruz, quien vive con ilusión el proceso de realizar su primera comunión ya que, en ese día, su abuela le ha prometido que conocerá a Dios, proceso que lo llevara paulatinamente al desengaño y pérdida de sus sueños.
En Crónica Escenario tuvimos la oportunidad de charlar con Claudia Sainte-Luce sobre esta película.
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Claudia, rompes la maldición de Guadalajara que las películas tardan décadas en llegar a cines y vas a llegar a pantallas. ¿Cómo te sientes sabiendo que por fin El Reino de Dios va a llegar a su público?
Ay, ya aliviada de que ya veo la meta, ojalá no me pase nada en días porque sí quiero vivirlo, sí quiero verlo, pero pensé que no iba a salir, pensé que se iba a quedar guardada, pero, es un milagro de verdad, por algo le puse ese título, entonces es un milagro.
Una película hecha en pandemia, que nace de una necesidad tuya para seguir creando, ¿cómo ves ahora a la distancia el proceso que te llevó al Reino de Dios?
Mira, se me antoja volver a tener otro momento así, porque no me cae dinero para mis nuevos guiones y entonces me digo “¿será que los hago así con poquito y acotados?” ¡Pero no! Es que para estas historias sí necesito el dinero, para realizar las nuevas películas que traigo en la cabeza, sí lo necesito.
Entonces trato de llenarme de paciencia y de pensar que quiero seguir haciendo esto por mucho tiempo, entonces tengo que tener la paciencia y el equilibrio necesario para volver a intentar y volver a intentar y volver a intentar.
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A mí me llama mucho la atención la luminosidad que tiene esta película, al lado de otras cintas tuyas como El Camino de Sol o la misma La Caja Vacía, ¿cómo surge, dentro de esta crisis que tienes en estos momentos, esta cinta con tanta luz?
Yo creo que uno, va a sonar muy a canción de Mónica Naranjo, tanto es luz y es sombra, y que a veces muestras un lado y a veces muestras otro. No estaba yo pensando “ahora va a salir la Claudia Luminosa” pero sí era un germen de que estaba bastante enojada con la lógica de la vida.
Estaba muy enojada porque mi papá había tenido que pasar dos años en cama y porque el día de su muerte había tenido que sufrir tanto, entonces era un odio hacia él bastante infantil y de ahí nace esta película, pero al final como se va develando Neymar, también lo que pone él como personaje infantil, también le viene a dar otro tipo de luz y es un poco parecida a la de Los insólitos peces gato, porque al final me enajena ese tema de la muerte porque creo que es un tema que todos, parejo, lo vamos a vivir, no importa el extracto social, no importa la clase social, no importa el país y, la manera de atravesarlo nos va a decir mucho de cómo vivimos, nos va a ayudar mucho antes de que lleguemos a eso, o si no a las de los nuestros familiares alrededor o de gente querida también, el cómo desprendernos de ellos también nos ayuda mucho a cómo vamos a continuar después de esas pérdidas.
Eres una gran guionista y curiosamente El Reino de Dios parte sin guión, ¿cómo fue abrazar este nuevo proceso de ir creando el guión conforme ibas trabajando la película?
Muy precioso. Muy precioso porque yo cuando tengo que meter a las convocatorias pues tienen que poner “interior, departamento, noche y tal” y a esta yo decía “va así, así lo escribo en una hoja en blanco con colorcito si quiero”, entonces me sentía muy libre porque no había un formato que cumplir para aplicar a un fondo.
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Y entonces como que me iba escribiendo mis palabras clave “ah, ok, aquí le tengo que poner esto, aquí le tengo que poner aquello”, le iba sumando cosas que yo iba viendo durante los ensayos, por ejemplo, mi abuela nunca prendía la tele y, algo que hacía es que así se ponía Vick VapoRub mentolado, de eucalipto, y se ponía a leer, entonces esto lo tengo que meter, veía otra cosa y me decía esto lo voy a meter allá.
De repente era de “encontramos un avión” y pudimos entrar a filmar en él, era un avión que se había caído porque pasaba droga de Colombia a México y se cayó ahí, cerca de mi pueblo. entonces “bueno vamos a hacer unas secuencias ahí”, Fue muy divertido, fue como si estuviera jugando a las muñecas, a Mazinger Z, a mis Ternurines, con todos mis muñecos ahí.
Hay un momento en la película que me sigue gustando mucho cada vez que lo veo y es cuando tu sobrino y su amiga bailan. Estamos viendo a dos niños en pantalla y sabemos que es bien complicado que los niños se vean niños en pantalla. ¿Cómo fue todo tu proceso con tu sobrino y con sus amigos para poder hacer esas partes?
Pues nomás de ver TikTok, eso es lo de hoy, pero escoger una canción que no fuera “Reggaeton Champagne” porque esas son letras muy fuertes. Entonces me dije, “me jalo esta”.
Creo que en el pueblo la preocupación constante es cómo se llena el tiempo, cómo pasar el tiempo, cómo llenar esos vacíos. Ya llegó el celular y es inevitable que no exista, ella es la niña pudiente que tiene el celular, entonces ahí se pueden hacer coreografías con TikTok, pero él solito tiene que llenar el tiempo de otra manera.
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Me gusta también mucho todo este proceso que lleva Neymar el personaje de esta pérdida, primero en entender que su abuela ya no está ahí al final, pero este proceso de ir asimilando todo lo que está sucediendo, todas las decepciones de la vida ¿cómo toma de alguien como Neymar estas cosas en un México tan convulsionado como lo es el hoy en día?
Neymar no es consciente de ese México convulsionado, creo que su vida ya de por sí está convulsionada al tener un papá que no está, una abuela que es la única que está a su manera, lo que él hace es asirse a la fe como una herramienta de cambio ya que dicen que Él siempre va a estar y que va a acompañarte. Tú te encomiendas a Dios y entonces nada malo te va a pasar. Es entonces ir dándose cuenta de que al final del día, nada más se tiene a sí mismo.
Eres una mujer de mucha fe Claudia y esta película la transmite completamente. Actualmente, viendo El Reino de Dios, ¿qué tanta fe te da saber que puedes seguir sacando proyectos de esta manera?
Es que ahorita yo necesito el dinero, si no trajera estas ideas que se me metieron, pero no te creas, ahorita voy a ver cómo sacar una si no me salen estas, que yo, mira, estoy prendiendo cirios, desgraciadamente no pude ir a ver la reliquia de San Judas pero estoy por ir a visitarlo a Yucatán para irme a encomendar a él.
Que me salga un EFICINE para poder filmar y si no, voy a ver qué historia me invento para poder filmar el próximo año, porque no es opción quejarse ni es opción quedarme en ese enojo de “¿por qué se hace esto y por qué tal y a mí no me dan dinero?”. Necesito yo seguir haciendo porque si no me da el torzón.
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Yo admiro mucho tu tenacidad para hacer cine porque tus películas siempre son muy entrañables y pareciera un absurdo en este país que no tengas productores para ellas, que no llegue este dinero. ¿Cómo lidias, más allá del me tengo que esforzar, con estas situaciones?
[Bromeando nos dice] Psiquiatra, martes de 1 a 2, sus respectivos medicamentos. [Ya en un tono más serio] Meditación no se me da entonces pues leo mucho, me calmo y entonces me pongo a ver otras películas que me emocionan, como que cuando voy al cine y salgo de ver una película que me gusta mucho, digo “ya está Claudia, déjate de cosas, ponte a escribir porque esto es lo que te gusta y déjate de pendejadas y venga, vamos”. Eso me motiva mucho eso me ayuda,
¿De estos proyectos que tienes hay alguno que podemos hablar?
Todos ya los tengo precisos. No soy de esas personas de “no te hablo porque se va a cebar”, no. Uno es muy lindo que me gusta, que son siete actrices de distintas edades, cada una de un contexto social distinto y de edad distinta, que se conectan a una aplicación para hablar con alguien porque todas atraviesan un distinto tipo de soledad.
El otro es de época, aunque encontré un pueblo muy bonito, es de época y es de un tipo que se empieza a enamorar de un ser medio paranormal, entonces hay un amor ahí como como paranormal, como medio realismo mágico, pero él está vivo y ella no, entonces a ver si se da esa historia o no se da.
Sería como un nuevo reto para volver a entrar a temas diferentes, lo que siempre nos has acostumbrado.
Porque a mí me gusta eso. Y vida, nada más voy a tener una. No me garantizan a mí que me regresen otra vez, entonces yo tengo que aprovechar.
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