Escenario

Adriana Paz: “Dependiendo de qué clase de ser humano eres se define que clase de actor eres”

COBERTURA. La actriz se convirtió en mayo en la primera mexicana en ganar un premio de actuación en el Festival de Cannes. Invitada de honor del GIFF ofreció una conferencia magistral

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Imagen de la actriz en su clase magistral.

Imagen de la actriz en su clase magistral.

Cortesía GIFF

El pasado 27 de noviembre fue un día histórico para Adriana Paz: Se convirtió en la primera mexicana en ganar un premio de actuación en el Festival de Cannes. El premio fue repartido junto a la española Karla Sofía Gascón, la dominicana Zoe Saldaña y la estadounidense Selena Gómez gracias a su actuación en el filme Emilia Pérez del francés Jacques Audiard.

Con este reconocimiento se convirtió en la primera mexicana en ganar el premio a Mejor Actriz en el prestigioso certamen. Más aún es la primera actuación nacional reconocida en el festival francés, aunque el español Javier Bardem ganó a Mejor Actor por Biutiful.

La actriz es invitada de honor en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF, por sus siglas en inglés) motivo por el cual ofreció una conferencia magistral para hablar de su carrera que va más allá del premio en el festival francés pues en México ya cuenta con tres Premios Ariel: Uno a Mejor Actriz (por La tirisia, en el 2015) y dos a Mejor Coactuación Femenina (por Hilda, en el 2016, y por La caridad, en el 2017).

En un principio habló de la actuación como su sueño de juventud: “Cuando eres adolescente y te das cuenta del poder del arte, más allá de estar en el escenario de bailar, cantar y actuar, te das cuenta que puede ser un vehículo de manifestación y por eso también he elegido el cine que he elegido. Cosas que me duelen que están en las sombras, me di cuenta de eso en la adolescencia y querer estar ahí ha sido mi sueño”, dijo.

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La conferencia fue conducida por la periodista Columba Vertiz, quien se adentró en el camino de Adriana Paz para que contara cómo encontró su perfil: “El camino como actriz fue muy gozoso. En la escuela cada mañana era disfrutar porque sabía qué era lo que quería. Lo más difícil ha sido el salir de la escuela y el desamparo de la carrera. No te hablan de lo que es el medio”, dijo la actriz.

“Te dicen que es difícil y que morirás de hambre y casi que sí (...) Me preguntaba qué clase de actriz era y no sabía. Y eso lo descubres con los personajes que eliges. Definir mi camino luego de la academia fue lo más complicado. También es muy duro porque luego no te quedas en nada en meses y hay que resistir sin traicionarse”, continuó.

También la vida te va definiendo como ser humano y eso te va ayudando a decidir qué cosas incluso no quieres probar. Eso lo he aprendido sobre la marcha, cometiendo errores y escuchando a otros o viendo a otros actores y preguntándome con qué director quiero trabajar. En principio no es consciente”, añadió.

En otro momento la actriz habló de la forma en que enfrenta a los personajes: “Me encanta hacer lectura de guion porque me emociona. Poco a poco ha cambiado mi forma de abordarlo, ahora pasa más por lo racional pero antes era diferente porque soy muy visceral, y eso me ayudó mucho porque soy muy intuitiva”, dijo.

“Cuando eres adolescente y te das cuenta del poder del arte, te das cuenta que puede ser un vehículo de manifestación”, recordó la actriz.

“Cuando eres adolescente y te das cuenta del poder del arte, te das cuenta que puede ser un vehículo de manifestación”, recordó la actriz.

Cortesía GIFF

Cuando entro a un proyecto me gusta que me conquisten por la víscera, que al leer un guión descubra que lloro o río porque me hizo sentir algo profundo. Yo los conquistó creo que dando todo de mí. Un maestro me decía que en lugar de quejarnos por los trayectos para llegar a la escuela no nos durmiéramos en el metro, nos decía ‘hay hora y media para observar el mundo y ahí está eso de lo que vas a hablar después’. Toda esa experiencia la entrego cuando actúo”, agregó.

Sin embargo, la actriz reconoció que su misma forma intensa de abordar los papeles la ha llevado a enfrentar problemas de salud: “Me he enfermado actuando. Cuando hacía Vis a vis, con un personaje de mala me empezó a doler el estómago y me dijeron que era porque la maldad duele. Y claro, porque el cuerpo no sabe que eso no es verdad”, expresó.

Han habido personajes en los que terminó y debo llorar 20 minutos porque no sé cómo desconectar. Si algo he aprendido es que varía de lo que vas a hacer. Me acuerdo de una tesis en el CCC y estaba muy concentrada y pedía que no me molesten y me salió tan mal. Estaba bloqueada y salí y vi un bote de pintura y lo pateé de coraje. Luego en otro proyecto en Chacahua venía una escena fuerte y en lugar de estar presionándome me puse a jugar en un momento y cuando regresé para mi llamado me salió. Creo que al final es la relajación lo que más te ayuda”, sumó.

En ese camino, destacó que el personaje más difícil ha sido el que hizo cuando participó en Backyard: El traspatio, que dirigió Carlos Carrera en torno a los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez: “Me costó mucho hacer El Traspatio. Leí muchos libros. Fue mi primer contacto con la situación de feminicidios y que en el rodaje nos amenazaron y no nos dejaban salir solas”, recordó.

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“Mi primera escena fue en una gasolinera y cuando me bajaron del camper se me subió todo a la mente, algo me tocó de la atmósfera que me imaginé del terror que vivían. Eso me impactó mucho. Me fui a unos baños y cuando salí lloré mucho. Ahora me acuerdo y siento eso. Me he enfermado por intensear tanto”, añadió.

Sin embargo, el reconocimiento a su carrera ha llegado con el tiempo y ahora es una de las actrices más prolíficas del cine mexicano y ella recibe su éxito con un propósito: “Siento una gran responsabilidad. Es lo que uno siempre quiere y de que quiere ser visto y ahora toca ser congruente. Me siento muy honrada. De morrita no me lo hubiera imaginado, ahora me siento muy orgullosa. Quiero seguir haciendo las cosas con el mismo compromiso y amor. No pienso en que los personajes me van a dar premios, sino hacerlo con compromiso, y recordarme porque estoy aquí”, enfatizó.

El desafío incluye seguir rompiendo barreras en cuanto a la igualdad de género y la necesidad de hacer personajes que salgan de los moldes: “Ha habido de todo. Hay gente que no me ha valorado. Es complicado porque siempre tienes que estar probando que vales. Creo que he logrado romper con ciertos estereotipos que tienen que ver con la raza o la apariencia física. Y no lo he hecho sola. A veces nos prejuician pero se ha ido abriendo poco a poco”, destacó.

“Aún hay mucho de clasismo y hay que romperlo. Ahora ya se ven en algunas ficciones donde eso se habla. También con las cosas salariales. Uno la padece incluso yo llegaba con mis catálogos de lencería a los rodajes para vender. Hay quienes tienen más privilegios y otros que no. Soy muy afortunada. Incluso me han prestado dinero. No me han dejado sola. Pero por eso hay que reafirmar que queremos y podemos ganar lo que merecemos. Conforme sigues haciendo cosas te dan posibilidades de pedir más”, comentó.

“Me costó mucho hacer El Traspatio. Leí muchos libros. Fue mi primer contacto con la situación de feminicidios”, recordó.

“Me costó mucho hacer El Traspatio. Leí muchos libros. Fue mi primer contacto con la situación de feminicidios”, recordó.

Cortesía GIFF

Cabe decir que una de sus grandes lecciones para valorar su labor como actriz la vivió en la crisis sanitaria de hace unos años: “En la pandemia decíamos que los actores no servimos para nada en medio de la crisis pero no es cierto, descubrimos que con nuestro trabajo podíamos conectar con otros y tocar su ánimo con nuestras actuaciones para darles un desahogo de todo lo que vivían”, dijo.

La actuación también sirve para visibilizar temas como las desapariciones. Nuestros personajes también son parte del trabajo que da voz a esas problemáticas que mucha gente no tiene ni idea que existen. En los personajes podemos entender situaciones y sensibilizar a las personas: ese es mi gol en mi trabajo”, complementó.

Finalmente, habló lo que significa la actuación para ella y nos regaló una hermosa definición: “La actuación es un medio de comunicación y manifestación de las emociones humanas. De las situaciones sociales. Es un vehículo de desfogue del alma de manifestación creativa. Y un medio de subsistencia. Es la posibilidad de decir lo que sientes y transmutar emociones (...) No sé si podría hacer otra cosa en la vida”, enfatizó.

Decir cómo es un actor es como decir como es el ser humano y hay de todo tipo. Somos seres humanos y dependiendo de qué clase de ser humano eres se define que clase de actor eres”, concluyó.